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Friday, June 25, 2010

No se puede educar a la persona sin conocerla antes

"No deberíamos afrontar la crisis económica sin tener en cuenta la crisis cultural y espiritual que nos afecta hoy". Estas palabras fueron pronunciadas por Benedicto XVI durante la Asamblea General del Episcopado Italiano, que tuvo lugar a finales de mayo del 2010 en Roma.

El discurso del Papa giro en torno a la educación de los jóvenes porque este es el tema que los obispos habían escogido para la conferencia. En su alocución, Benedicto XVI reconoció la dificultades con que se topan los educadores en una cultura donde lo que importa no es el "nosotros" sino satisfacer las necesidades del "yo" a menudo en conflicto con el "tú". Frente a esto, el Papa fija la atención en la sed de sentido de los jóvenes y en su deseo de vivir unas relaciones humanas que les ayuden a no sentirse solos ante los retos de cada día.

El Papa deja muy claro en su discurso que no se puede educar a la persona sin conocerla antes. Por eso, el educador debe ser humilde y aprender a conocer a la persona que tiene delante. Por supuesto, el Papa no está hablando solamente de enseñar unas asignaturas sino de "educar".

A mi modo de ver, es de agradecer que el Papa recupere al educador como una pieza clave en la solución a la crisis económica, cultural y espiritual que vivimos. También me parece acertado que el Papa relacione la crisis económica con la crisis cultural y espiritual que azota especialmente a los países más desarrollados. Y lo mejor de todo, es que llame la atención de los educadores para que conozcan a la persona antes de educarla o, si se prefiere, durante el proceso educativo.

Esto ultimo va a ser de vital importancia porque el proceso mismo de CONOCER y CONOCERSE ya no se ajusta a esquemas prefijados por ideologías y doctrinas. "Aprender a aprender" no solamente acerca al educador a sus alumnos sino que también abre una nueva vía para solucionar la crisis económica, cultural y espiritual en que nos hallamos.